Jan Blomqvist, nacido en los años 80 (no en Suecia) es un solista y director de banda afincado en Berlín. Fue él quien inventó el concert techno: voces de ensueño y ritmos sencillos. Con su banda BLOMQVIST se dedica al electro-pop, y como solista, al clubsoul.
De niño, Jan nunca lloraba, sólo cantaba. Sus padres hippies lo aprobaron y le compraron su primera guitarra. Justo cuando aprendió a tocar como Keith Richards, se dio cuenta de que prefería ser como Mick Jagger. Formó/fundó su primera banda en un pueblecito de la Baja Sajonia alemana.
Entonces llega el Punk: “musicalmente bastante destructivo, pero más o menos formador de carácter”. El primer dinero que ganó se lo gastó en un amplificador. La banda de la escuela no lo quería como miembro. Su música era una mierda de todos modos. A los 21 años, siendo estudiante de tecnología aeroespacial, se familiariza con el techno. Los DJs. Se le ocurre que la música podría ser una profesión. “Ser profesor es más arriesgado si no te gusta levantarte por las mañanas”.
Durante el día, duerme. Por la noche, construye sus temas durante horas. Gana (está ganando) dinero como camarero en un club de fin de semana y lo gasta en “viajes educativos”: Conciertos al aire libre de Radiohead, Bar25, After Hours. Algún día funcionará: “romper el aburrimiento en los clubes, llevar a sus pistas de baile una sensación de concierto, con voces sencillas y ritmos mínimos. Rock ‘n’ Roll en el club. Todo mantenido de forma sencilla con delicadeza en los detalles”.
Y entonces, boom: en 2011, un bolo en el festival de fusión ante 3000 personas, lanzamientos en el Dantze y Stil vor Talent. “Cuanto más, mejor”. En 2012, un concierto en la azotea de un club de fin de semana; el clip de YouTube lo van a ver millones de personas. 350 conciertos en tres años. Jan los recuerda todos: Nueva York, Moscú, París, Estambul, Los Ángeles, Roma, San Francisco, Ciudad de México, Copenhague, Bruselas, Ámsterdam, Milán, Atenas, Budapest, Beirut, Túnez, Nápoles, Bucarest, Varsovia, Zúrich, Marsella, Montpellier, Salónica, Múnich, Viena, Londres… Para su primer disco se está tomando todo el tiempo que necesita. Le encantan los medios tiempos, pero odia las medias tintas. Para él, estar en el estudio es/significa aprovechar su experiencia tocando en directo (experiencia en vivo).
Y ahora, bang, está REMOTE CONTROL. Con su inmediato sentimiento profundo y característico de JB. Electrónica radicalmente democrática que abraza el mundo. ¡Bleep, bleep! Para bailar en una azotea mientras el sol se pone tras las nubes oscuras. Electro bajo una lluvia torrencial. Para viajar en el U-Bahn, sintiéndote perdido. Sólo para darte cuenta de que ya habías empezado a cabecear hace tiempo. En 13 temas, Jan blomqvistó su propio viaje musical: una pizca de Portishead, una pizca de r ‘n’ b, Radiohead, por supuesto, y el sonido minimalista de los años noventa: Melodías respiradas, voces sentidas, letras claras y oscuras. “Oye, quéjate en casa”. La pista de baile es el transformador que convierte la melancolía en electricidad y contagia a todos: El amante de los conciertos y el matón raver, el escapista y la chica de la purpurina. “El puto arco iris no tiene oro”, canta Jan. Su música nos ayuda a superarlo.
La orquesta del solista y director de orquesta Jan Blomqvist: Christian Dammann, batería. Felix Lehman, pianista. Ryan Mathiesen, letrista. “Convertir lo incompleto en sonidos de carácter: emotivo, honesto, auténtico, dominado por el bajo, de dos tonos, raramente en forma de libro de texto. Porque es el sonido mínimamente inclinado el que te pone la piel de gallina”.
Nuevos eventos . Upcoming events